Es una de las recetas que más me gusta como le sale a mi madre, aunque a mi hermano también le sale buenísimo.
Con el rabillo tengo una anécdota graciosa que contar. En Jaén, de donde soy, con decirle al carnicero: " Póngame usted tantos gramos de rabillo", te entiende que estás pidiéndole rabillo de cadera de ternera. En cambio, la primera vez que lo pedí en Sevilla a mi carnicero, me puso rabo de toro!!. Yo era la primera vez que lo iba a cocinar y no supe ver la diferencia hasta que lo probé, pues no sabía si el rabillo (de cadera) tenía o no hueso. Pero a partir de ese día, al ver que eso no era lo que me preparaba mi madre, aprendí hasta en que parte de la ternera estaba el rabillo.
Ingredientes
- 1/2 kg Rabillo de cadera de ternera
- Harina
- 1 zanahoria
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 3 granos de pimienta
- 1 hoja de laurel
- orégano
- 1/2 vaso de vino blanco
- Aceite
Preparación
En una cacerola (u olla exprés, según donde lo vayamos a cocinar) se marca en aceite el rabillo cortado a daditos. Se saca de la sartén y se aparta para más tarde.
Se pela la cebolla, el ajo y la zanahoria, y se cortan en trocitos, y en el mismo aceite de la carne, se doran junto a la pimienta, el laurel y el orégano. Esta receta admite otras verduras. Yo en ocasiones le echo pimiento verde, judías verdes, tomate...
Cuando estén pochadas las verduras, se añade el vino blanco y el rabillo que habíamos reservado.
Si usamos cacerola se tendrá en el fuego hasta que el rabillo se ablande. En caso de que el guiso lo pida, añadir caldo de carne o agua.
Si es una olla exprés, poner 10 minutos con dos aros.
Y listo! Buen provecho!
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